Posada Lunamar está muy cerca del bosque que nos trae el aroma de árboles y plantas autóctonas.

Muy cerca del sonido de las aves y los grillos en la noche; con cientos de luciérnagas alumbrando los senderos ante la esplendorosa luna reflejada en el mar.

Muy cerca de los amaneceres tranquilos, del silencio, del susurrar del arroyo y la imagen indescriptible del sol poniéndose en el mar y desplegando todos sus colores sobre las olas y la arena.

Posada Lunamar está inmersa en un espacio verde en donde te encontrarás con la naturaleza, podrás disfrutar del aire puro con perfume a pinos, y de las incomparables instantáneas del paisaje que serán difíciles de olvidar.

Un lugar único y privilegiado para descansar y relajarse.

Existe una forma diferente de hacer turismo. El “Turismo Slow” los invita a escuchar el silencio que despierta sensaciones de paz, armonia y tranquilidad y nos renueva la energía, devolviéndonos la verdadera vitalidad